Fecha: 26 de octubre de 2008
Aunque el término cloud computing no es ni mucho menos nuevo, y podemos encontrar ya referencias al mismo en el año 99, en los últimos meses ha sonado con bastante fuerza, ha asentado su definición y se perfila como la gran novedad de Internet para 2009 como una vuelta de tuerca más al cambio de paradigma que ha planteado la aparición de servicios orientados a 2.0.
Existen numerosas definiciones de cloud computing. Me parece especialmente acertada la proporpcionada por el IEEE Internet Computing («Cloud Computing es un paradigma en el que la información es permanentemente almacenada en servidores de Internet y almacenada temporalmente en las cachés de los clientes que pueden ser ordenadores de sobremesa, portátiles, dispositivos móviles, etc«). No obstante vamos a desgranar algo más esa definición y a esbozar las principales características del cloud computing:
- El cloud computing tiene que ver con la utilización de servicios proporcionados a través de Internet por los grandes portales (Google, Yahoo, Amazon o Microsoft) y algunos otros vendedores más de nicho, para crear aplicaciones que utilizan la potencia de los servicios web que ponen a disposición, generalmente de forma gratuita, estos sitios. De esta manera, toda la infraestructura necesaria para poner en marcha las aplicaciones la proporcionan estos portales de manera gratuita lo que genera una muy baja barrera de entrada por la parte del usuario, y generará una barrera de entrada cada vez más grande en la parte del proveedor ya que el factor realmente determinante será el número de usuarios y no tanto el número y variedad de los servicios de base que se proporcionen.
- Independencia del dispositivo y la localización. Todas las aplicaciones están universalmente disponibles con independencia del lugar donde se esté o del dispositivo que se esté utilizando.
- «Carbon Neutral«. Este término se utiliza cada vez más para hablar de servicios prestados a través de Internet con emisiones de carbón cero. En este caso está claro que si los servicios y los datos están alojados remotamente, no hay gasto energético adicional para mantener infraestructuras.
- El fundamento del cloud computing reside en que la información está en la red, almacenada de forma dispersa o sin localización concreta, y que se encuentra accesible de forma permanente. Este punto es sin duda controvertido ya que muchas personas no están dispuestas a dejar su información almacenada en cualquier sitio donde se podría perder, pero este fenómeno es similar a la aparición de los bancos que generó actitudes inicialmente contrarias ya que había mucha gente que no estaba dispuesta a dejar su dinero almacenado fuera de su casa.
- La información que se presenta a través de las aplicaciones de cloud computing está compuesta de los servicios que facilitan los grandes portales (por ejemplo Google Maps, servicios de tiendas de Amazon, Google Docs, etc) más aportaciones individuales de los usuarios que les dan un valor añadido y concreto.
- Las aplicaciones de cloud computing pueden implementarse sin apenas conocimientos de informáticas ya que el software desarrollado para estos servicios (SaaS – Software As A Service) está pensado específicamente para facilitar estos desarrollos.
Las empresas y portales más signiticativos de Internet han anunciado ya el lanzamiento de servicios cloud. Así Amazon EC2 salió en beta esta semana, Steve Ballmer anunció la semana pasada el lanzamiento de Windows Cloud (¿o Windows Strata?) durante este año, Google liberó ya su roadmap para el Google Engine durante el pasado mes, Yahoo, HP e Intel lanzaron una iniciativa conjunta durante el pasado verano y otras, tal vez menos conocidas, como GoGrid o AppNexus ya están en la calle.
En definitiva, el cloud computing se perfila como un cambio de tendencia importante en lo que a infraestructuras, almacenamiento e implementación de las aplicaciones 2.0 se refiere. Si el principio del web 2.0 nos trajo como novedad la aparición de la figura del prosumidor como aquel internauta que ya no solo consumía información, sino que igualmente la producía y aportaba a lugares como youtube o flickr, la implantación del cloud computing nos sitúa ante el paradigma del cambio de rol por parte de una parte de los prosumidores que desarrollarán sus propias aplicaciones (orientadas o no a web 2.0) para prestar nuevos servicios a partir de los servicios básicos que van a ofrecer numerosos portales para integrar su información en nuevas webs. Queda por ver el impacto que con los años tendrá la implantación de estas tecnologías en el desarrollo y evolución de los centros de datos de las empresas más pequeñas, que no es descabellado pensar que se desplazarán a la red.