Fecha: 6 de septiembre de 2009
Esta semana en el magnífico Encuentro de Telecomunicaciones de la UIMP, el Consejero Delegado de Telefónica Julio Linares mostró datos sobre consumo de ancho de banda a nivel europeo que hablan de un cambio de tendencia en los hábitos de los usuarios. Según estos datos, el tráfico IP (97% del total del tráfico de Internet) en la UE (27 países) para el año 2009 llegará a los 35 Exabytes (EB), frente a los 15 EB que hubo durante 2007. La distribución de este tráfico en segmentos,VideoStreaming, Navegación y P2P, ya que el VoIP permanece en un 1%, se muestra en la siguiente tabla:
A tenor de los datos de la tabla, podemos observar que aunque el tráfico P2P asciende en volumen, disminuye porcentualmente de forma importante igualándose prácticamente al tráfico de videostreaming que generan lugares como YouTube. Por otra parte el tráfico dedicado a navegación es prácticamente el mismo, lo que quiere decir que se ha duplicado en dos años.
Los datos de la tabla muestran una importante pérdida de popularidad de las aplicaciones P2P. La explicación en estos número creo que está en la evolución que han tenido las aplicaciones P2P frente a otras formas de acceder al contenido audiovisual, la estrella actual de Internet sin ninguna duda. En primer lugar el tráfico de streaming tenía que aumentar necesariamente por el incremento del video a través de Internet, pero en realidad estos cambios tienen mucho más que ver con el cambio de hábitos en las descargas de los usuarios que con la irrupción de los portales de streaming en sí.
Los hábitos de los usuarios para las descargas de información (legales o ilegales) están cambiando. Si bien hace un par de años el P2P parecía la opción definitiva para el intercambio de archivos, hay varios aspectos que han provocado una pérdida progresiva de popularidad:
- Los sistemas de intercambio P2P son lentos por definición. Se invierten horas en descargar archivos de una extensión mediana, aparte de que hay que estar permitiendo la descarga de nuestros archivos por parte de otros usuarios para que podamos ir subiendo en determinados rankings. Esto penaliza el ancho de banda saliente de los usuarios lo que implica lentitud en el resto de tareas que un usuario esté realizando con su ordenador mientras se realizan las descargas P2P.
- Son inseguros. Por mucho que las bases de datos de torrents o de ficheros emule lo intentan, la fiabilidad no es su punto fuerte. Nunca sabemos a ciencia cierta qué ficheros nos estamos descargando por mucho que nos lo aseguren, por no hablar de los posible virus, troyanos, etc que pueden contener los archivos.
- Son demasiado masivos. El intercambio de información personalizada (unos gigas de fotos entre amigos por ejemplo) tiene bastantes problemas porque es complicado de proteger y porque nunca sabes exactamente qué puede pasar con los archivos que introducimos en este tipo de redes ya que son susceptibles de ser descargados por otros usuarios.
- Comienzan a sufrir una fuerta regulación. Hoy en día las redes P2P son uno de los terrenos de Internet que más se están regulando y que más están siendo investigadas. La regulación es cada vez más estricta con este tipo de redes (veanse los casos de Francia o el Reino Unido) y la posibilidad de compartir contenido ilegal por puro despiste es real y le puede ocurrir al usuario más experto.
Frente a este conjunto de problemas, los usuarios lo van teniendo cada vez más claro. No creo que haya descendido el intercambio de datos entre particulares (más bien se ha debido disparar), pero hay sistemas mucho más eficaces, seguros y discretos que el tradicional P2P como son las descargas directas, las redes sociales, o los discos duros virtuales. Hoy en día es mucho más cómodo descargarse un documento audiovisual o una película de cartelera de sitios como Megaupload o Rapidshare con herramientas como JDownloader que hacerlo a través de una red P2P. La descarga de Megaupload para usuarios gratuitos alcanzará fácilmente una velocidad constante de 50 Kbps, con posibilidad de llegar a 200 o 300 Kbps, mientras que estas velocidades son muy poco habituales en herramientas P2P cuya media para cada fichero no suele superar los 10 Kbps salvo que se den condiciones excepcionales o se utilicen trackers privados que no ocurre en la mayoría de los casos.
Esta situación es bastante probable que se vaya consolidando en los próximos años y que los sitios de descargas masivas, con cuentas gratuitas o premium, las redes sociales o los discos duros virtuales que proliferan a enorme velocidad por la red, tomen el protagonismo que tiempo atrás tuvieron los sistemas P2P. Los motivos creo que son fáciles de entender: el usuario cada vez quiere tener un acceso más rápido a la información, y los sistemas de streaming o los de descarga directa proporcionan un acceso mucho más inmediato a la información que los sistemas P2P, por lo que el acceso al contenido es mucho más cómodo y menos comprometido (y solidario, todo hay que decirlo, aunque eso parece que tiende a ser menos importante). Por otra parte están las figuras legales, que actualmente tratan de regular la actividad de las redes P2P, pero que de momento ni siquiera han empezado a pensar en los lugares de descargas masivas. Podríamos llegar a una situación donde los sistemas P2P estén completamente regulados en el momento que dejen de utilizarse.